Saluda del responsable del Consejo Rector

SANTUARIO DIOCESANO DE NTRA. SRA. DE CONSOLACIÓN CORONADA DE UTRERA

Estimados hermanos:

Desde esta ventana web queremos mostrar al mundo el amor inmenso de nuestra Madre Bendita, verdadero camino que conduce a Dios. Este espacio nace con la intención de ser fuente de información, formación y cultura, abierto a todos los que deseen acercarse al corazón de Consolación.

Al comenzar esta nueva etapa, tras el Año de Peregrinación en la Esperanza, me gustaría compartir con vosotros algunas ideas que considero fundamentales.

La primera es una invitación a ser embajadores del Consuelo en nuestra vida cotidiana. No hay mejor cristiano que aquel que reparte amor bajo el amparo de esta dulce advocación. Como nos recuerda san Pablo en su carta a los Corintios:
«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación nuestra, hasta el punto de poder consolar nosotros a los demás en cualquier lucha.
Nuestra esperanza respecto de ustedes es firme, pues sabemos que si comparten los sufrimientos, también compartirán el consuelo.»

En segundo lugar, deseo ofreceros este Santuario como vuestra casa. Sus puertas están siempre abiertas para todo aquel que quiera encontrarse con la Madre. Ella es modelo perfecto de discípula, la que acompaña fielmente a su Hijo, la que nunca se cansa de escuchar, la que perdona y acoge como verdadera Madre nuestra. Y, sobre todo, la que intercede por cada uno de nosotros ante su Hijo.

Porque ¿qué padre o madre no desea lo mejor para sus hijos? Pidamos con confianza, sabiendo que Dios siempre nos concederá lo mejor, aunque a veces no alcancemos a comprenderlo.

Por último, quiero compartir con vosotros la realidad de nuestra labor. Permitidme una expresión muy escuchada, pero totalmente equivocada: “Consolación es una mina.” Nada más lejos de la verdad. El Santuario no es fuente de riqueza, sino de fe y de esperanza. Toda ayuda es poca para afrontar los desafíos de estos tiempos: una etapa marcada por la crisis espiritual y económica, y por el peso de los siglos que ha dejado su huella en este templo que tanto amamos.

Confiando plenamente en el Señor y en María Santísima de Consolación, os invito a renovar juntos el compromiso que recibimos en el bautismo:

  • Como sacerdotes, al ofrecer nuestra vida a Dios y orar por los demás.
  • Como profetas, al ser testigos de la fe, anunciando la verdad y denunciando la injusticia.
  • Como reyes, al ejercer la libertad para hacer el bien y guiar a otros hacia la luz de Dios.

Bienvenidos a Consolación, hogar del alma y fuente de consuelo.

Antonio Soto Vázquez
Responsable del Consejo Rector del
Santuario Diocesano Ntra Sra. de Consolación